Hace
escasos días pude disfrutar en la Unión Española de Catadores de una cata fantástica
dirigida por Juan Manuel Terceño sobre Cava Vs Champagne del año 2005.
Y
me viene fantástico para introduciros el maravilloso mundo de los espumosos y poder
intentar, de una manera sencilla para el consumidor, explicar las semejanzas y
diferencias entre ellos.
De
entrada ambos se elaboran igual, que os resumo en pocas líneas.
A un
vino tranquilo (poca graduación alcohólica, unos 10 grados) en el momento
de embotellarlo, se le añaden azúcar y levaduras, produciéndose una segunda
fermentación. Las levaduras se alimentan del azúcar produciendo un
aumento del alcohol y carbónico, “las burbujitas” que se integran con el vino.
Al
cabo de un tiempo, mínimo 9 meses en cava, 12 meses en Champagne, se extrae el
sedimento de las levaduras (el degüelle).
Y
como me dejo “muchísima” información por el camino, aquí en el instituto del cava o aquí lo describen
de manera fantástica para los que tengáis interés en saber más.
¿Pero
si son dos productos que se elaboran igual, qué diferencias encontramos?.
De
entrada, y sin entrar en demasiados tecnicismos, si cogemos el Google Maps y
escribimos:
Origen:
Sant Sadurní d’Anoia (Penedés).
Destino:
Reims (Champagne), veremos que sale que está a 1.147 km en coche.
Ya
sólo por conocimiento popular, entenderemos que no es lo mismo para el cava
estar cerca del Mediterráneo con temperaturas más suaves y más horas de sol
frente al champagne, con un clima más extremo y menos horas de sol.
Así
que, ya percibimos que nos encontramos en dos zonas climáticas completamente
diferentes y que ambas dispondrán de sus características propias y como no,
dentro de las zonas propias del Cava y del Champagne, existirán diferentes Terroirs y diferentes estilos de
vinificación.
Además,
por la mayoría es conocido, que existen diferentes uvas, para el Champagne, Chardonnay
(Blanca) Pinot Noir y Pinot Meunier (Tintas) frente a Macabeu, Perellada y
Xarel.lo (Blancas) y Trepat (Tinta).
Pero
tampoco quiero escribir en este post algo que ya está muy bien escrito en otras
webs, os dejo ésta en particular, que tiene un cuadro explicativo muy bueno.
Donde
quiero llegar con este post, es a la percepción que tenemos la mayoría cuando
nos encontramos frente a un lineal de vino, eligiendo la botella de espumoso
que queremos llevar a la cena a la que nos han invitado, o estamos frente a una
carta compleja con cientos de referencias.
¿Qué
pensamientos nos surgen?. ¿Quiero quedar bien ó muy bien?. Llevo Champagne,
pero el barato está en 30 euros!. Y el cava, uno bueno también vale 30 euros, o
más!. Pero si llevo Champagne quedo mejor seguro, es Champagne…
Este
es el razonamiento de la mayoría, que no quiere decir que sea el tuyo, pero lo
cierto es que la percepción de calidad se asemeja más al producto francés que
al nacional.
Y
como este post es mío, daré mi opinión, errónea y discutible por supuesto!
Los
Champagne más económicos, suelen ser productos desde mi óptica, un pelín
comerciales, donde sobresalen mucho las notas de autolisis,
que básicamente son las notas de pastelería, brioche, frutas confitadas, frutos
secos y pan tostado, pero a veces carente de frescura.
Los
cavas más complejos, grandes reservas o de añada, suelen competir no sólo entre
ellos, sino también con estos Champagne, y nos solemos encontrar productos muy
bien ensamblados, donde comparten protagonismo una paleta aromática muy
compleja, pero dotados de una mayor frescura.
Ahora
no quiero parecer un gran defensor de Cava, cuando nos encontramos con grandes
añadas del champagne, millésimes como los RD de Bollinger, u Oenotheque Dom
Perignon… no hay color, aunque el color con el que los pagarás también es
diferente, estos dos los pagarás con billetes morados mientras que grandes
cavas como Kripta o Celler Batlle los pagas con verdes.
Tan
sólo creo, que si tenemos 30 o 40 euros de presupuesto para un buen espumoso,
no desechemos la idea de apostar por un buen cava, y que si decidimos seguir
apostando por champagne, no nos quedemos sólo en el que todos conocemos, hay
pequeños “recolectant” que merecen especial atención, seguro que la tienda
especializada os guía.
Y
ahora falta introducir la importancia de la añada, y lo divertido que fue poder
catar productos particulares de un mismo año, pero me estoy extendiendo
bastante, más de lo que a mí me gusta, así que os dejo algunas fotos de las
botellas que abrimos, y prometo extenderme más en el concepto de la añada en el
próximo post… que será pronto!.
1 comentario:
Creo que esto ya me deja publicar, así que voy a poner todos los comentarios que antes no pude!
en relación a este post, quiero decir que Alex ha conseguido el milagro de que yo me lea algo sobre cava, champagne, vino...etc, y que me haya enterado de algo!!!! Gracias por culturizarme!
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