Recuerdo hace ya más de 10 años… una cata de Josep Roca El Celler de Can Roca, donde un cuarteto de cuerda interpretaba música clásica y Pitu armonizaba con propuestas vinícolas…
Nos os engañaré, aquel día dos pensamientos se aunaban dentro de mi… “faltaran copas para los asistentes” y “qué puñetas maridaría con Highway to Hell de AC/DC, quizás Bourbon…”.
Hace unos días, mis amigos de BMW Vehinter me invitaron al XXVII Premio de Pintura, donde disfrutamos en el Auditorio Nacional de Música de Madrid, de un homenaje a Yehudi Menuhin, el cual estuvo dividido en tres Partes.
Primera Parte: La Orquesta de Cámara Reina Sofía arrancaba con una pieza de Luigi Boccherini, la Sinfonía nº6, G.506, op.12, nº4 en Re menor “La casa del Diavolo” y no pude ni quise evitarlo, mi corazón se emocionaba, mi mente buscaba registros y mi mano escribía en el programa que nos dieron en la entrada.
Ritmo pausado, alegre, intenso, creciendo, preparándome, descubriendo!!!! Emocionándome!!!
Me imagine con un espumoso, quizás un cava, quizás un Kripta de Agustí Torello Mata, porque ante tal cosquilleo en mi estómago, sólo podía pensar en burbujas, en el “pump” del descorche, en el rosario de la copa, en el “allegro” que supone un cava complejo, ”in crecendo”, arrancándome de la cotidianidad, trasladándome de mi silla, rumbo a la Toscana de Luigi Boccherine….
Os espero en el Volumen II......
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