Crear conceptos y que se
conviertan en tendencia, no está al alcance de cualquiera, eso está claro, pero
intentarlo, es siempre es un ejercicio de identidad propia.
Aprovechando el concepto del
tapeo, El Capricho de Mar, que han creado dos buenos amigos míos, por un lado Manuel de O’Percebeiro y
por otro, los hermanos Fidalgo, de Distribuciones Fidalgo Vecino, me
apetece adentrarme en un post complicado y exigente, cómo
crear un concepto gastronómico de éxito, para poder desarrollarlo después en
otras localizaciones geográficas.
Y como sabéis que me gusta
escribir post cortos, para no aburrir a nadie… haré varios capítulos!.
Capricho de Mar nace para
aprovechar toda la calidad de la materia prima de O’Percebeiro, unido a la
experiencia de muchos años entrando a los restaurantes por la puerta de atrás
de Fidalgo Vecino, para convertirse en una taperia que apuesta por la calidad
de la materia prima, a un precio muy competitivo. Aquí ya podríamos lanzar una
frase que marcara un sello de identidad, algo así como: “Comer Percebes sin arruinarse”.
Y esta frase, medio en broma, es
sobre la que gira nuestra oferta gastronómica.
Ahora falta desarrollar el
concepto, vamos allá!.
Capricho de Mar, claro y conciso,
es sugerente, no es soberbio ni pretencioso, podría estar presente en prácticamente
toda la totalidad del ámbito geográfico nacional, es más, permite
modificaciones, por ejemplo:
K-Pritxo
d Mar
Nuestro Capricho Semanal
Lo importante realmente a la hora
de elegir nombre, cuando buscamos un modelo de restauración comercial, es que
pueda extrapolarse a cualquier rincón, que el cliente que buscamos, nos
identifique rápidamente y cómo no, nombres pegadizos y fáciles de retener por
nuestro subconsciente.
En un par de días......... una segunda parte con otro modelo.....
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