Empezamos
la temporada de cata en Gourmets, por delante se nos presentan unos meses
intensos donde compartir cientos de vinos del panorama nacional junto a mis compañeros.
Un
ejercicio de sinceridad, que se no se puede desvelar hasta que no salga del
horno en el 2014.
Pero
me apetece dedicarle unas líneas…
Catar,
seguramente desde la perspectiva más purista del profesional que se encuentra
ante un vino a ciegas, vislumbrando el camino que ha conducido hasta la copa,
los pasos en mis sentidos y el recorrido que le queda hasta el tuyo.
Un
movimiento respetuoso, el balanceo de la copa, las viñas, las personas detrás
de la uva, el trabajo en la bodega, los comerciantes tratando de posicionarlo,
el consumidor disfrutándolo.
Así
es el vino para quienes lo amamos, mucho más que taninos, acidez, cuerpo ó
bouquet, son momentos compartidos, algunos de ellos memorables.
No
es necesario grandes botellas, ni añadas excepcionales, es más, un vino
sencillo, en el momento adecuado, produce magia.
Perdonad
mi repentino estado bucólico, me trae tantos recuerdos, la botellas que se
traía mi padre de la Rioja, el cava por Navidad, mi primer “Marques de Cáceres”
con mi hermano Joan en nuestra mayoría de edad, el primer Grand Cru que probé
con Josep Roca, las cientos de botellas que cato con mis buenos amigos de
Gourmets…
Así
que nada, a catar, a beber, o hacer ambas cosas, que un poquito de alegría no
nos hará daño…
Viva
el vino!!!
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