Queso Valancay
Lusco
D.O.Rias Baixas
Maridaje:
Nos encontramos ante un tipo de queso con cierta pastosidad, provocando una
evidente saturación en boca, así que lo mejor, es contar con vinos frescos, con
buena acidez, que remarquen las notas lácteas del Valancay, pero que nos aporte
ese grado de descanso a la hora de la masticación.
Albariño,
con buena acidez, sobresalen las frutas de hueso, herbáceo y balsámico, con
cierto final salino.Un matiz, la ceniza de la corteza será la nota más punzante del recorrido gustativo, el Albariño lo ampliará.
Un
apunte, al inicio del maridaje, la primera elección es seguramente la más difícil,
es cómo empezamos, bien o mal, nos gusta o no, por eso, la parte emocional es
la que más debe influir. ¿Nos apetece empezar con cerveza? Que sean frescas,
especiadas, no excesivamente complejas pero con densidad. ¿Nos apetece un
espumoso? Un Brut, no excesivamente seco, con carbónico bien integrado.
Queso Brillant
Savarin
Perfum
de Vi Blanc D.O.Penedés
En
esta ocasión nos encontramos con un tipo de queso Extra Graso!. Un 60% con
notas lácteas y mantequillosas muy marcadas.
Necesitamos
algo más que acidez y frescura ya que si fuera así, sólo actuaría como “agua”,
buscamos además, cierta untuosidad, mas fruta de hueso, lías y mantequillas, así
conseguimos que ambos queden en tablas.
Un
vino del Penedés, con carácter mediterráneo, marcado por la moscatel, nos dará
esa paleta gustativa descrita anteriormente.
Otras
opciones podrían ser vinos blancos con cierta crianza, aunque siempre corremos
el riesgo que pese mucho en boca y sature un poco comerlo con este queso.Un Champagne, Blanc de Noir también podría ser una buena opción.
Queso Roncal de
Pastor
Pétalos
del Bierzo 2010 D.O. Bierzo
Lo
primero que nos encontramos respecto los anteriores, es una mayor ductilidad en
boca, es decir, interviene algo más la masticación y eso nos permite introducir
tintos.
Pero
ojo a los tintos, debemos buscarlos con la justa personalidad, no demasiado
astringentes ya que dificultarían la salivación y distorsionarían en exceso el
sabor de ambos productos.
En
esta ocasión, Petalos del Bierzo nos aportará buena acidez sin renunciar a un
cierto volumen y peso en boca, aparecerá la fruta roja acida, flores azules y
cierta mineralidad.Un Vino que debería hacernos salivar e invitar a comer más Roncal.
Queso Ossilano di
Crodo Riserva
Marqués
de Riscal Rva D.O.Rioja
Un
queso arenoso y seco, por lo que tendremos un buen paso de boca, con sabores
mantequillosos y salinos muy intensos y marcados.
Podemos
permitirnos introducir un vino con mayor estructura, en este caso, un clásico
de la Rioja Alavesa, fruta roja y negra, cueros, balsámicos, minerales y
maderas, en definitiva, la suficiente complejidad para ensamblar con este
lácteo tan marcado.
Un
apunte, ojo a la sequedad, por eso, más que nunca, cuando maridemos con vinos
tintos, cuanto más fríos más secantes, y este es el mayor enemigo del maridaje
en un queso como este.
Queso Munster
Dr.Loosen
Riesling
Siempre
me provocan dificultad estos quesos, las cortezas lavadas en este tipo de queso
dan ese punto de herbáceo tan punzante, que siempre me lo imagino con cervezas de
Abadía o sidras de Bretaña.
Pero
en este caso, hemos querido buscar un vino muy complejo, de la Mosela, muy
frutal, con bajo contenido alcohólico pero con una gran densidad.
Queso Valdeon
PX
Alvear D.O.Montilla Moriles
El
final, empezamos bien y acabaremos mejor, lucha de titanes, sólo apto para auténticos
amantes de las sensación fuertes.
Un
queso penetrante, antes incluso de llevar a la boca, con sabores animales, pero
sobre todo y de ahí su dificultad para maridar, extremadamente abrumadores, lo
tocas con las manos, y no se va el aroma en días!.
Así
que necesitamos otro titán. Un PX, el Sur en la copa, calidez, densidad, sobre maduración.
Esperemos
que se unan…
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