El Club Allard

Cuando vas a un restaurante gastronómico como El Club Allard, teniendo la suerte de poder entrar por la puerta de mercancías y descubres la persona que hay detrás de los fogones… es muy difícil ser objetivo.

Diego Guerrero no sólo es un tipo sencillo y humilde, es que además es motero como yo!. Y con buen gusto, es difícil no ser feliz cuando te sientas a la mesa y te prepara un menú.

Unido a un servicio de sala impecable, sensible y delicado, todo ello amparado en Casa Gallardo, un edificio modernista de D. Federico Arias Rey, inaugurado en 1908. En definitiva, inspiración del siglo XXI asentada en el siglo XX.

Os dejo el menú, sin demasiadas explicaciones para no condicionaros como lo estoy yo. Os recomiendo que si tenéis un hueco, no dejéis de visitar este templo gastronómico más cerca de las tres estrellas Michelin, que de las dos que posee en la actualidad.

De entrada, una tarjeta que expresa la revolución silenciosa, toda una declaración de principios, en papel de arroz comestible, junto con una emulsión de almendras y merquén.

Trufa de caza con foie y setas al humo de tomillo, sabores de montaña, hojarasca, sotobosque… Jugando con todos los sentidos, un rápido viaje de ida y vuelta de un entorno urbano, a un paisaje abrupto.

Mini Babybell de Camembert Trufeé, sin duda para los que crecimos merendando estos quesitos una divertida asociación visual y gustativa que rompe nuestros recuerdos sobre este lácteo. ¡Brutal!.

Tapa de Pez Mantequilla, sobre un caramelo de algas, en el fondo del cuenco, un caldo de sukiyaki, todo atemperado con una vela debajo del cuenco…, en definitiva, producto, técnica y diversión, en un mantel de hilo, en una sala clásica… ¡Fusión!.

Torrija de Pan con Tomate y Sardina en Aceite, fijaros en el detalle de la escritura de La Sardina. ¿Lo hace más bueno?. No sé… pero despierta mi interés!.

Papillote de Perretxico con Espárragos de Navarra y Morillo de Salmón Ahumado. ¿¿Papillote?? Aún recuerdo en mis clases de cocina esta técnica casi denostada, una vez más inspiración en nuestro aprendizaje, como Angus Young (ACDC) interpretando a Guitarra Clásica.

Huevo con Pan y Panceta sobre Crema Ligera de Patata, podría desayunar todos los días este plato!!! De hecho, debería estar en las cartas de todos los bares de este país!. Cremoso, untuoso, con un punto de acidez que equilibra tan bien… Rico, rico, rico!!.

Rejo Funghiformis con Alioli de Wasabi, cercano al mar y la montaña, o esa es la sensación que me dió, con colores grisáceos recordándome un paisaje propio del final del otoño… melancolia.

Bonito del Norte, una vez más, producto, técnica y diversión!. Muy sabroso!.

Taco de Liebre con Maíz, guacamole y falsa guindilla, lo veis?. Qué divertido y “qué pasó wey”. ¡Por cierto, la falsa guindilla es una mini zanahoria en caldo de remolacha ligeramente picante para oscurecerla.

Rompope, un postre en un vaso granizado y comestible, con helado de rompope, otro guiño mejicano.

La Pecera, un postre precioso, con la misma armonía que te produce, un acuario repleto de peces nadando y te quedas semi embobado observando… espuma de yogurt, falsas algas, mejillón elaborado con chocolate negro, el coral de chocolate blanco con frambuesa liofilizada…

 

Huevo Poché, colofón final!. Cáscara de chocolate con leche, clara de coco y yema liquida de mango.

La revolución silenciosa rezaba la tarjeta de visita que te daban al principio del festival gastronómico, deberían darte otra al final que diga…”Sin palabras”...

Gracias Diego y equipo de El Club Allard, otra gran experiencia!.