La Alta Gastronomía, esos restaurantes de la Guia Michelin son la mayoría de veces los que marcan tendencias, en una sociedad cada vez más conectada, una innovación, un nuevo concepto o un nuevo producto, rápidamente se trasladan a los restaurantes de la Páginas Amarillas.
Sería algo parecido a la incorporación de tecnología en los vehículos de calle, previamente desarrollado en la F1.
Y es aquí empieza mi preocupación, en la escasez real de incorporar nuevas propuestas más allá de ciudades urbanas y cosmopolitas.
Hablo del “grosso” de la restauración de este país, encorsetado aún en los pantalones sufridos del personal, a la vajilla aburrida y desgastada y a la falta de, no tanto de innovación, sino de motivación.
Caminando estos días por las playas de Sur, una misma oferta gastronómica navega por el Mediterráneo, hasta hace escasos años, suficiente para llenar las terrazas de tinto de verano y espetos, hoy NO.
¿Qué ha pasado…?
El próximo miércoles habrá una segunda parte, os animo a participar!!!
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