Me pareció una imagen elocuente y
real, el café es corto, muy corto, pero de calidad y sobre todo de servicio…
De nada sirven maquinas súper modernas
que sirven cafés matemáticos, si el que le da al botón, no tiene ni idea de lo
que es un café corto, aun sigo escuchando lo de: "Ah!!!. Usted quiere decir
ristretto…". Que no, coño!. Que yo quiero decir café sólo, corto!!. Corto como yo!!.
Pero hágamelo corto!!. Y aún alguno me pregunta: ¿Pero con leche?. Leche la que
te daría…
Bromas aparte, máximo respeto
hacia los profesionales que están detrás de la barra aguantando a impertinentes
como yo.
Me consta además que se intenta implantar una cultura entorno al café
y su servicio por parte de empresas cafeteras, el problema es que a raíz de
esta puñetera crisis, sí que se percibe más una guerra sustanciosa en precio,
despreciando poco tangibles en torno a la figura del Barista y que,
lamentablemente, el empresario sigue pensando, a cuántos céntimos le sale el
café.
El Pan… el primer alimento que
nos encontramos en la mesa, nuestra bienvenida, nuestro cortejo.
El Café… casi siempre el último
servicio en la mesa, nuestra despedida, nuestro penúltimo adiós, nuestro
quizás… volveré...
Cuidemos los detalles!!!.